jueves, 22 de noviembre de 2007


Artículo de Banda Músical





Otra forma de interpretar la palabra de Dios a través del metal





EXÉGESIS
Interpretación de los párrafos ocultos de la Biblia.



La idea de conocer y vivir el mundo espiritual, su luz y oscuridad, causa en muchos risa, miedo, o simplemente mamera, reconocer la existencia de un mundo superior al material para la mayoría de las personas es una locura, mas, a un pequeño grupo de personajes generalmente discriminados, este mundo es su realidad, una realidad para ellos más significativa que la tradicional.


Identificados y estigmatizados por la música que escuchan, los vestuarios oscuros que portan y las filosofías que rigen sus vidas, los metaleros consientes del mundo espiritual hacen a través de su vida, sus costumbres, su música y demás, de este mundo una realidad que influye todas las áreas de sus vidas y su sociedad.

Los metaleros, envueltos en medio la oscuridad y la tristeza, en busca de voces e instrumentos que fundan las palabras con el silencio para preguntarse por el andar en esta tierra, son relacionados con el ocultismo y el satanismo, tanto así, que muchos les temen, considerándolos un problema para la sociedad tradicional, excluyéndolos de ella.

Pocos veces cuando pensamos sobre algún tema, somos realmente objetivos, aún más cuando hablamos de lo espiritual. Que me dirías tú, amante de la buena música si te invitara a escuchar a un grupo de muchachos que entonan himnos en medio de la oscuridad que retumban en la eternidad, en el alma y el espíritu, y que con fuertes sonidos y oraciones en extrañas lenguas, agradan los oídos de Dios.

Quizás no me a acompañarías, tus razones talvez muchas, pues tus conceptos de Dios, su música, el metal y su gente no son los más convincentes y agradables, crees que Jesucristo aun sigue colgado en la cruz de la iglesia de tu barrio, lugar a donde solo asisten tu abuela y sus amigas, viejas y amargadas, aún más si eres un adepto de las modernas corrientes musicales como el rock en todas sus variedades.


Contra todo lo tradicional y lo esperado, desde la oscuridad del mundo sombrío del metal y llevando el mensaje de la Eternidad en Dios, nace Exégesis en octubre de 2003, con el fin de llegar a las culturas involucradas con el Metal y llevar El mensaje de Vida y Esperanza de parte de Dios, y suplir los vacíos de la conciencia y el alma humana, especialmente de los envueltos por la oscuridad, con música de alta calidad y sólida en convicciones, presentando a la sociedad una salida (JESUCRISTO).

La banda surge cuando el señor Jhon Roa (violín), Juan Carlos Garzón (bajo) y Fernando Rodríguez (batería) ensayaban en un barrio de Kennedy con el fin de realizar heavy progresivo, al mes de haber iniciado la bande se integra Gionanni Rodríguez en los teclados, dándole una atmósfera más gótica y electrónica; Luego Alexander Piraban se une e inserta sus guitarras neoclásicas con aires de heavy metal, al tiempo que Ricardo Rodríguez ex vocalista le da una métrica más heavy con su voz melódica.

La banda trabajo con esta constitución durante dos años buscando la perfección de su sonido. Por diferentes factores se retiran Jhon y Ricardo, tomando la voz principal Juan Carlos dando como resultado un ambiente más Dark con su voz rasgada. Después de seis meses Fernando el baterista se retira y se une a la banda Pablo Muños con influencias Black metal, dándole un sonido más pesado. Un año después se integra como guitarrista rítmico con influencias electrónicas e industriales, dando como resultado la primera producción de Exégesis, LAGRIMAS DE SANGRE.

Sus canciones, según Juan Carlos vocalista de la banda, son acontecimientos y experiencias vividas en medio de la oscuridad buscando la inspiración de Dios, tratando como su nombre lo indica, de expresar la interpretación de los párrafos ocultos de la Biblia, trabajando por un sonido diferente y experimental con una fusión de sonidos electrónicos, heavy metal. Dark y góticos dando como resultado la expresión musical del espíritu y la conexión del alma de EXÉGESIS.
Por: Catherine Peña
Diana Marquez
Yuri Algeciras.





sábado, 17 de noviembre de 2007


Artículo de opinión a partir de la película Los Edukadores






Revolución sin armas




La película los Edukadores muestra una serie de circunstancias en las que se refleja injusticias sociales que se viven en los países en los que predomina una sociedad y un gobierno burocrático imponente. Al relacionar la sociedad Colombiana con dicha película se puede encontrar gran variedad de acontecimientos que corroboran la idea de la desigualdad social que emerge en un determinado Estado.
Cabe recordar que la idea principal de la película es la revolución juvenil que emprenden Jan, Julia y Peter , ante un sistema manipulador, el cual beneficia a los que tienen dinero y perjudica a los menos favorecidos. En Colombia sucede exactamente lo mismo; es decir que no existe la igualdad de condiciones ni oportunidades. Los que más tienen dinero, es decir la clase alta, es la que llega al poder e impone sus propios intereses, sin tener en cuenta a los sectores más vulnerables.

Basta con mencionar que el 62% de los niños Colombianos no tienen acceso a una vida plena y que constantemente están expuestos a problemáticas sociales tales como: la desnutrición, la ignorancia y el trabajo infantil, puesto que el acceso a la educación es mínimo. Esto sucede sencillamente porque en el Estado, la riqueza económica está distribuida de una forma poco equitativa y justa. Los gobernantes del país se encargan de prometer una serie de cosas en sus discursos políticos que en la realidad no se ponen en práctica. De vez en cuando les da por ayudar y por pensar en los menos privilegiados; pero sus programas no son más que meramente asistenciales, los cuales en realidad no tiene una solución contundente a las problemáticas sociales del país.

Irónicamente, mientras esto sucede y una gran cantidad de personas viven en la miseria y la pobreza absoluta, hay otros como los grandes empresarios y reconocidos funcionarios del supuesto Estado Social de Derecho que reciben una millonada al mes por ser parte de la elite burocrática que predomina en la sociedad. Al igual que suceda en la película, en Colombia, aquel ciudadano que exprese algo en contra del sistema vigente, termina siendo tildado de revolucionario, violento, desadaptado e inclusive hasta terrorista.
En Colombia suceden casos en los que el periodista que revela algo en contra de dichas elites, termina en algunos casos siendo asesinado y tirado en algún potrero de la ciudad. Por esta razón, algunas personas en este país prefieren callar que emprender una verdadera revolución. En nuestro país el problema en gran parte radica en que algunos movimientos revolucionarios quisieron imponer sus ideales por medio de las armas, esto lo que ha ocasionado es más violencia y miseria en el país.

Se necesita una revolución más que armada que sea humanitaria para acabar con las políticas que reprimen y explotan a los que desafortunadamente no cuentan con las necesidades básicas para sobrevivir y salir adelante. Los edukadores son ejemplo de una revolución sin armas; con ideales claros y firmes que tarde o temprano cada país y movimientos revolucionarios deberán poner en práctica.

Imágenes tomadas de:
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Por: Yuri Algeciras.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

Ensayo acádemico
DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO VS GUERRILLA Y PARAMILITARES

La resolución de los múltiples conflictos que han surgido o se han prolongado tras la finalización de la Guerra Fría en los inicios de la década de los años ochenta, es uno de losa mayores desafiaos que tienen que enfrentar los gobiernos, los Organismos internacionales, las organizaciones no gubernamentales, la sociedad civil, diferentes grupos de presión, medios de comunicación, entre otros[1].

La globalización del capitalismo y del neoliberalismo, así como la universalización de los valores de la democracia liberal, estas han conducido a la intensificación de antiguos conflictos, y así mismo han colaborado para el estallido de nuevas problemáticas en el nivel interno de muchas naciones; las brechas sociales y económicas se han incrementado, la pobreza no ha dejado de aumentar; los conflictos armados involucran cada vez más a la población civil , procesos de desplazamiento y de éxodo acrecientan cada vez más los índices de refugiados.
Nacionalismos extremos generan conflictos étnicos, religiosos y culturales. A la vez fenómenos como el narcotráfico, el terrorismo, la degradación del medio ambiente; se han convertido en amenazas a la inseguridad internacional, por lo cual los conflictos internos han desbordado sus fronteras. Los procesos de pautas para el manejo pacifico de los conflictos se definió a comienzos de los noventa[2]. Se redefinieron los objetos de algunas técnicas de manejo para los conflictos; y se diseñaron otras como alternativas al uso de la fuerza.


Los terceros actores se volvieron centrales en los procesos de resolución y sus roles se multiplicaron. Por este motivo cada vez más los actores internacionales se involucran en los procesos de pacificación; con esto se podría decir que la responsabilidad ya no es solo de los Estados, ahora es compartida por toda la gama de esferas que interactúan en el nuevo escenario internacional. Cada miembro desde la oposición que ocupa, puede aportar en dichos procesos, ya sea mediante la provisión de información o recursos, la facilitación de diálogos entre los actores combatientes, la promoción de acuerdos, o la de soluciones.

Un ejemplo de ello fue el interés del actual Presidente Álvaro Uribe Vélez, en considerar la mediación de la organización de las Naciones Unidas para buscar acercamientos con los grupos armados al margen de la ley. ”en diferentes oportunidades, durante la campaña preelectoral y a lo largo de su primer año de mandato, el presidente planteo la posibilidad y necesidad de hacer llamados de hacer llamados a terceros actores, especialmente la ONU, para cumplir funciones de buenos oficios, facilitación o mediación”[3]

Por lo expuesto anteriormente, en el presente ensayo trataré de explicar que el derecho Internacional Humanitario es un facilitador y condicionante para lograr un acuerdo de paz con la guerrilla y los paramilitares. Argumentaré con las siguientes razones: El Derecho Internacional Humanitario es un conjunto de normas provenientes de fuentes como la costumbre y de reglas convencionales que han sido evolución de la experiencia de muchas guerras entre países y que han pretendido de alguna manera humanizar una situación de conflicto entre las naciones del mundo. Hoy en día se encuentran escritas teniendo como fuentes principales el pacto de Ginebra y el de Haya[4].
El principal objetivo de estas normas es que las guerras se conviertan de alguna manera en comportamientos más humanos ya sea con las personas que intervienen directamente en una situación conflictiva o con aquellas personas que no tienen nada que ver con el conflicto, sin embargo se encuentran en medio de este.


Es así como estas normas expresan que en la guerra no deben haber comportamientos desleales y que los combatientes hechos prisioneros deben ser tratados con dignidad de tal manera que no pueden ser torturados ni sometidos a situaciones desventajosas que pongan en riesgo sus vidas. De igual manera ocurre con las personas que no tienen nada que ver con el conflicto, sin embargo son sometidos en calidad de rehenes o de secuestrados.

En este orden de ideas podemos decir que en Colombia se han cumplido, no con el rigor necesario que demandan las normas, ya que tanto la guerrilla como paramilitares han respetado la vida de sus secuestrados o rehenes, con algunas excepciones y hasta el momento no se ha conocido que estas personas hayan sido objeto de torturas, situación que hace posible que algún día estas personas puedan ser liberadas, a través del Acuerdo Humanitario que por estos días esta en boca de todo el mundo.

No quiero con esto decir que la guerrilla y los paramilitares estén actuando adecuadamente, porque en otros casos no han respetado la vida de las personas y les han dado muerte como se ha informado en muchas masacres; por lo tanto, solo quiero afirmar que con las personas que permanecen vivas se tiene la esperanza que puedan ser liberadas. Continuando en esta misma línea de reflexión puedo considerar que el Derecho Internacional Humanitario facilita los acuerdos de paz en nuestro país puesto que obliga tanto a la guerrilla como a las fuerzas legalizadas del Estado a respetar la vida y a tratar dignamente a los combatientes, situación que de alguna manera hace fuerza en el conflicto para que las partes se sienten hablar sobre la situación de sus respectivo rehenes o personas que han infringido la ley, podría mencionar que es el primer paso para llegar a un acuerdo definitivo de paz en Colombia.
El principio de neutralidad enmarcado en el Derecho Internacional Humanitario en donde Médicos, enfermeros y entidades como la Cruz Roja ya no se consideran como combatientes, sino que se les permite el acceso a los territorios en donde se desarrolla la guerra, con el fin de que presten la ayuda médica necesaria para salvar la vida de los heridos[5]. En el conflicto Colombiano hemos visto como en algunas situaciones la guerrilla y/ o paramilitares han permitido la intervención de la Cruz Roja para llevar a cabo esta tarea, como fue el caso desafortunado del rescate de los cadáveres de los diputados del Valle del Cauca, situación que hace presumir que los guerrilleros por momentos se prestan al dialogo para que esto ocurra, siendo una señal que permite pronosticar que la guerrilla esta dispuesta a realizar pactos de paz.
Este principio es muy importante porque limita el poderío Militar a favor del individuo herido en combate y en desventaja, principio que se ha aplicado en el conflicto Colombiano. Otro postulado del Derecho Internacional Humanitario que se puede advertir que ha sido respetado en el conflicto Colombiano, obedece a la utilización de las armas ya que nunca hemos escuchado que a los enemigos de la guerrilla estos los hayan envenenado, o hayan utilizado armas envenenadas contra sus oponentes, situación que permite presumir que los integrantes de la guerrilla o paramilitares no son personas depravadas que se valen de cualquier medio para eliminar a sus enemigos, sino que emplean armas convencionales aceptadas para pelear en igual condición. Aunque sea muy duro afirmarlo de esta manera.

En concordancia con lo anterior la cláusula fundamental del Derecho Internacional Humanitario según la cual “los beligerantes no tienen un derecho ilimitado por lo que respecta a la elección de los medios para dañar al enemigo ”[6]. Con relación a esto siempre se nos ha informado que las armas utilizadas en el conflicto son las que se han aceptado para estos casos por lo que da a entender también que paramilitares y guerrilleros conocen de las normas del Derecho Internacional Humanitario. También podemos observar que en el conflicto Colombiano se ha respetado la vida de quienes han caído heridos en combate o de aquellos que habiendo depuesto las armas, o no teniendo ya medios para defenderse, se han rendido, esto hace suponer también que las partes en conflicto conocen y aplican las normas del DIH.

Otro factor importante que hace suponer que tanto guerrilla, paramilitares como ejército se ajustan al DIH, es que estos nunca han empleado en el conflicto proyectiles que tengan por único objeto esparcir gases asfixiantes, ya que esto no permite respetar la vida de las personas que nada tiene que ver con la lucha armada. Con lo anterior suponemos que se pretende mantener alejados a los civiles que no son objeto de la guerra, respetando de esta manera su vida, sus bienes y su relativo progreso.

Todos estos argumentos anteriormente expuestos hacen suponer que la guerrilla, paramilitares y Estado en algún momento se sentarán a pactar un acuerdo que permita recobrar la paz en nuestro país. Esto ya ha ocurrido en varias ocasiones con gobiernos que han antecedido al actual, con resultados desafortunadamente negativos, es decir no se ha podido llegar a un acuerdo definitivo, ya que los requerimientos de parte y parte no se han podido concertar, pero que se supone, que en algún momento puede llegar a suceder un pacto definitivo.

El Derecho Internacional Humanitario aplicado al conflicto armado en Colombia es un camino expedito para permitir el diálogo entre las partes enfrentadas, si se analizan desde el punto de vista de la lucha política y de clases. Solo que en nuestro pías, surge el terrible fenómeno del narcotráfico que en algún momento se asoció con la insurgencia, viciando los ideales políticos de lucha expresados por la guerrilla, lo cual hace más difícil el diálogo entre las partes, ya que la lucha se ha convertido en la posesión de las tierras para el cultivo ilícito y así construir un gran negocio, que ha permitido que las ideas políticas de los guerrilleros se pierdan y se cambien por simples ganancias materiales.

En estas condiciones el Derecho Internacional Humanitario se ha encontrado con un fenómeno que lo limita para facilitar los acuerdos de paz, puesto que esta situación es subgueneris en el mundo y que tiene en jaque al país. Como conclusión puedo manifestar que las normas del Derecho Internacional Humanitario facilitan los acuerdos de paz en nuestro conflicto armado, solo que el obstáculo grande a vencer es el fenómeno del narcotráfico asociado a este. Ya que los narcotraficantes desconocen, burlan y violan por completo las normas que regulan las guerras y los conflictos internos motivados por ideales políticos en el país.
Utilizando una frase callejera, “los narcos no tienen ni Dios ni ley”, en estas condiciones los diálogos de paz se han vuelto más complejos, ya que los narcos también se valen de las prácticas terroristas que no son aceptadas en el Derecho Internacional Humanitario. Si en Colombia no se hubiera asociado el narcotráfico a la guerrilla y paramilitares e infiltrado en algunas instancias en las fuerzas Estatales, la paz en Colombia ya se habría conseguido.


[1] WILLS, Otero, Laura” la mediación como la herramienta para la resolución de conflictos armados internos”, edi.Alfaomega. pág. 1,año2003
[2] En 1992, el secretario General de la Organización de las Naciones Unidas, Boutros Ghali definió “La Agenda para la paz”
[3] [3] WILLS, Otero, Laura” la mediación como la herramienta para la resolución de conflictos armados internos”, edi.Alfaomega. pág. 44, 45,año2003
[4] DELACOSTE, Pierre, “Concepto, génesis y desarrollo del Derecho Internacional Humanitario”. Pág. 3
[5] DELACOSTE, Pierre, “Concepto, génesis y desarrollo del Derecho Internacional Humanitario”. Pág. 5
[6] DELACOSTE, Pierre, “Concepto, génesis y desarrollo del Derecho Internacional Humanitario”. Pág. 7

Imágenes tomadas de:

informativos.telecinco.es/imgsed/guantanamo
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Por: Diana Marquez
Catherine Peña
Yuri Algeciras
En Colombia un país democrático existe miles de niños trabajando en las calles Bogotanas por una unas cuantas monedas…



Colombia ha sido caracterizada por ser un Estado social de derecho. Si es así ¿no creen ustedes que no debería existir ni un solo niño trabajando en las calles bogotanas? Ante la necesidad de poder sobrevivir en esta ciudad donde predomina la pobreza y la miseria, según un análisis del tercer informe sobre la situación de los Derechos Humanos en Colombia, aproximadamente existen 2.4 millones de niños entre 12 y 17 años que no están escolarizados. Estos menores de edad que trabajan suman cerca de dos millones. Y el 90% de ellos desempeñan actividades riesgosas en las calles.

Los peligros a los que están expuestos estos niños son tanto el abuso físico como moral. Estos con el paso del tiempo suelen dejar secuelas, como por ejemplo altos impactos psicológicos de los cuales muchos de ellos son irreversibles; y en su mayoría poco favorables para el desarrollo integral de estos niños como seres humanos y como futuros ciudadanos. Es de esta forma como los niños trabajadores en Bogotá dejan de vivir su infancia: de jugar, soñar y sonreír, simplemente para salir a las calles a trabajar en busca de un poco de dinero y alimento, con el fin de satisfacer las mínimas necesidades de supervivencia.
Razones por las que se presenta el trabajo infantil
Según la Organización Internacional del Trabajo (O.I.T), en primer lugar es por la extrema pobreza, la cual evita que los niños disfruten de sus derechos y tengan la obligación de salir a trabajar. En segundo lugar es por la explotación de adultos inescrupulosos que a obligan a sus hijos a trabajar para obtener beneficios económicos. Aspecto que se da según la Fundación Esperanza, porque en nuestra sociedad gunas personas consideran a los niños como objetos y no como sujetos con derechos.

En tercer lugar los factores culturales, entre ellos las costumbres e ideologías de algunas familias, principalmente de las zonas rurales del país, los cuales piensan y hacen pensar a sus hijos que el trabajo sirve para salir adelante, restándole importancia a la educación. Los factores económicos, los cuales se derivan de la inequidad social, la falta de oportunidades y los intereses económicos.
Los factores sociales como: la maternidad, el desempleo y la aceptación de los ciudadanos que usan y compran los dulces o productos que involucran el trabajo infantil. Por último otros factores están asociados al sistema educativo, donde por costos o falta de cupos los niños no pueden estudiar, ya que en algunas zonas marginales del país el Estado no hace presencia para cubrir dichas necesidades en el sistema educativo.

¿Y qué hace el Estado?
La Organización Internacional del Trabajo, en conjunto con el UNICEF, IBF, Ministerio de protección social, Dabs, Ministerio de Salud, entre otras entidades han realizado tres planes enfocados a la Prevención y Erradicación del trabajo infantil, en este momento está finalizando el tercero. El cual consiste en concientizar a la sociedad para que los niños no salgan a trabajar a las calles.
En general estos programas buscan motivar a los niños para cambiar patrones culturales y convencerlos que la vida les brinda otras oportunidades, para que de esta manera los menores trabajadores no pierdan todos sus sueños y añoranzas. Los esfuerzos que hace el Estado no son suficientes, ya que según una investigación de la Universidad del Rosario sobre el “Trabajo Infantil en las calles de Bogotá”, el Estado no hace presencia en las zonas rurales las cuales son las más afectadas y menos favorecidas. Es de esta forma como a pesar de que Colombia cuenta con un marco jurídico solido y completo que protege los derechos de los niños (Código del menor), en la realidad estas normas no se ponen en práctica.
La voz de los expertos
Lida Mora, egresada del Colegio Mayor de Cundinamarca, trabajadora social de la Organización Internacional del Trabajo, afirma que los imaginarios de vida de los niños frente al trabajo no son los mismos para todos, puesto que cada niño lo asume de maneras distintas y de acuerdo a su mentalidad. En la mayoría de los casos los niños tienden a ser retraídos, con autoestima baja, inseguros y le temen a la idea de asumir retos distintos a los relacionados con el trabajo infantil. La proyección de vida de estos niños es mínima.

Por otro lado Oscar Iván Suárez Moreno, psicólogo egresado de la Universidad Javeriana, afirma que el impacto para un menor trabajador es psicosocial, el cual genera una moratoria social en donde es muy difícil que un niño establezca un proyecto de vida porque su contexto no se lo permite. Por lo general los sueños de estos niños se ven deteriorados provocando que en algunos casos tengan comportamientos agresivos y groseros, debido a las circunstancias de vida por las que tienen que pasar como por ejemplo soportar el frio de la noche y estar deambulando por las calles desamparados.

Estos niños trabajadores tienden a tener una noción del dinero muy reducida, puesto que el dinero que reciben por su trabajo es mínimo, o en algunos casos las ganancias son escasas respecto a las necesidades que tienen sus familias. En algunos hogares el empleo infantil aporta hasta un 20% del ingreso familiar.

Injusticia Social

Es injustificable que los menores de edad, sea por las razones que sea tengan que trabajar en un país que suele llamarse democrático. El trabajo infantil inevitablemente ocasiona una plena desigualdad e inequidad social. Entre los derechos más frecuentes que se les vulnera a los niños trabajadores están según la Fundación Esperanza: el derecho a la educación, lo que representa que estén en desventaja frente a los demás niños que culminan la escuela.
El derecho a la recreación y cultura que les impide desarrollar plenamente su infancia. “La codicia y la maldad, no la pobreza, son la causas del crecimiento del trabajo infantil. No existe ni una sola razón económica que justifique. El que los niños trabajen como bestias no le conviene a ningún país, si no a individuos desalmados”. Jorge Gómez Barata (especial para ARGENPRESS.info).

A la gran mayoría de las personas, por no generalizar, no les interesa estos niños, simplemente porque es una realidad a la que algunos no les ha tocado vivir. Y los que supuestamente tratan de ayudar comprando los productos de los niños no son conscientes que lo que están haciendo es apoyando, legitimando e incrementando a un más el trabajo infantil. La sociedad debe empezar a despertar, abrir los ojos y no hacerse la ciega ante la realidad social que afecta a más de un niños en este país con el trabajo infantil.


Imágenes tomadas de:

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Por: Yuri Algeciras.



LOS NIÑOS VICTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO DE COLOMBIA


El impacto del conflicto armado colombiano sobre la infancia, ha adquirido tal dimensión que es posible llegar a afirmar que cientos de niños y niñas, desde hace más de tres décadas, son las principales victimas de los enfrentamientos bélicos entre los grupos armados. Dentro de la problemática de la niñez en el conflicto, es decir, de los más de seis mil niños y niñas, que hacen parte de las filas de combatientes. Los dos tipos básicos de ingreso a los grupos armados; son el voluntario, y el obligatorio o forzado.

Entre los factores que influyen para que el menor sea vinculado al conflicto se encuentran; el medio social, las condiciones socioeconómicas en las que vive, la historia de su región y la violencia. La estructura familiar de estos niños generalmente se encuentra fragmentada y sus integrantes suelen ser un gran número de personas; lo que representa en muchas ocasiones la ausencia de recursos económicos en algunos casos, y en otros, la extrema pobreza.

El deseo de muchos de los menores por ayudar a sus familias y de obtener poder, y con ello los recursos suficientes para salir de su estado actual, ha llevado a que, o los menores tomen la decisión de vincularse, o en el peor de los casos, sus familias los guíen a ello. Símbolos ideológicos como el uniforme o las mismas armas, los conducen a querer llegar a altos lugares dentro de la jerarquía que manejan estos grupos.

El reclutamiento es muy utilizado en los casos de vinculación al conflicto, ya que cuando no es con amenazas, retención forzosa o engaños, el menor decide hacerlo por su propia voluntad. Los menores de edad reclutados trabajan en el procesamiento de la coca, como guardias de campamento, mensajeros entre cambuches, y las mujeres se desempeñan en trabajos domésticos y como acompañantes sexuales de los guerrilleros. Entre 1995 y 1999, más de un millón de personas fueron desplazadas forzosamente por la guerra. De ellas el 65%, eran niños y jóvenes. Una estimación de 4.500.000 niños en Colombia con edades comprendidas entre los 4 y 12 años son abusados física, moral y psicológicamente.

RETOS DE LOS NIÑOS DESMOVILZADOS

La desmovilización no es ni más ni menos que la ruptura de las ataduras, de la unión o de la articulación existente entre los niños, adolescente y el grupo armado irregular al cual pertenecen. La desvinculación se presenta primero, porque las expectativas que los llevaron a ingresar a las filas de los grupos armados no fueron lo que esperaban, segundo, porque los mismos grupos los entregan a las autoridades estatales; y tercero, porque fueron “capturados por organismos de seguridad del Estado”.

Uno de los grandes problemas de la desvinculación, se relaciona con los retos psicosociales que deben afrontar los niños que se desvinculan de la guerra. Generalmente estos niños terminan siendo violentos por el resto de sus vidas. Los retos que deben superar los niños desmovilizados no sólo son generados por la guerra, sino por su historia personal y familiar, así como por su condición económica y social. De esto modo, el abandono afectivo que poseen los niños combatientes, su carencia de formación educativa y laboral, y de relaciones afectivas sólidas que promuevan el paso a la vida civil, hace que los costos emocionales de la desvinculación sean mucho más altos para los niños que para los adultos.


Luego de 35 años de confrontaciones armadas en nuestro país, hemos entendido que la situación de los niños y las niñas en este conflicto, es la de objetos y no sujetos de la guerra. El Estado en su calidad de organismo, que se supone, trabaja en pro de la sociedad civil, debería proveer la suficiente ayuda y atención a los menores desvinculados y desplazados, quienes finalmente solo han sido victimas de malas decisiones, malos gobiernos, luchas de clases, perdida de una verdadera ideología y de una verdadera revolución.


Imágenes tomadas:

www.elcorreo.eu.org/esp/IMG/bmp/doc-404.bmp
www.mediosparalapaz.org/imagenes/ninos_y_conf...
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Por: Catherine Peña


martes, 13 de noviembre de 2007

Crónicas Barriales



Una de las razones por las que en Colombia las jóvenes quedan embarazadas es por no utilizar métodos anticonceptivos


Según la última Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS), en un estudio realizado aproximadamente a 3.935 hogares de todo el país, en las adolescentes casadas o unidas tan solo el 57% utiliza métodos anticonceptivos, el otro 47% restante deja al azar la posibilidad de un embarazo.

Yo soy Shirley Maecha Bustos, tengo 23 años, vivo con mi hermana Lorena y mis hermanos Sebastián y Edwin. Lorena, tiene 14 años, ella es la típica niña que se la pasa hablando por teléfono con las amiguitas sobre los niños que les gustan del salón y a quienes han besado. Sebastián, es el menor, pero a pesar de eso es el que más tiene los pies sobre la tierra en la casa, tan solo tiene 9 años y parece un abuelito, es todo aburrido y se la pasa regañándonos a todos. Edwin, es el alcohólico, tiene 22 años, se la pasa de rumba en rumba, llega a la casa casi siempre borracho a llorar y a contarnos sus penas.

Mi mamá, es la mujer más echada pa adelante y comprensiva del mundo, pues imaginasen nos saco adelante a mí y a todos mis hermanos ella sola, porque mi papá murió cuando éramos muy pequeños, eso fue tenaz, la vida nos cambio mucho cuando él se nos fue, nos tenía a acostumbrados a lo mejor, no nos negaba nada, nos cumplía cualquiera de nuestros caprichos, cuando él estaba con nosotros vivíamos muy bien económicamente, pero así es la vida, mi papá se murió de un infarto en la clínica San Pedro Claver hace 15 años.

Como les decía anteriormente mi vida ha cambiado mucho, yo, la que tanto critico a mis hermanos, quede embarazada de Chamo. Tengo aproximadamente seis meses de embarazo, cuando mencione que mi mamá es una mujer muy comprensiva lo decía porque ella ha sido un gran apoyo para mí en estos momentos.


Soy una imbécil, una irresponsable, me siento súper mal con migo misma, primero pues porque entre los planes de mi vida no estaba quedar embarazada a esta edad, pero paso, y ya que, lo que más me recrimino es haber quedado embarazado en estos tiempos cuando existen miles de métodos de planificación. El caso es que mi mamá fue la primera en enterarse, después busque a mis amigas del barrio, Ana y Alina, cuando les conté no me creían, muertas de la risa, no lo podían creer, ellas juraban que chamo y yo nos cuidábamos, pues porque él es mi novio hace ya casi tres años.

Me acuerdo que Ana me dijo muy inocentemente, marica, tenaz, ya no va poder ir a farras ni tomar, lo dijo de una manera tan chistosa, esa no es mi única preocupación, si no que pues me pasa esto precisamente cuando empecé a estudiar. Estoy estudiando en el Colegio Mayor de Cundinamarca trabajo social, voy en cuarto, quien sabe si la situación económica me da para continuar después de tener a mi bebe. Porque a pesar de todo, me siento orgullosa, y dude muy poco en abortar, porque uno debe aprender a sumir con responsabilidad y respeto las consecuencias de sus actos.

Nunca abortaría, no mataría a un bebe. Un bebe aunque obviamente le cambia la vida a uno, no es un problema, es una bendición y una razón más para seguir adelante y poderle dar todo lo que él se merece, mi hijo.

Saben una cosa le he cogido fastidio a Jaime Andrés, es decir Chamo, mi novio, dicen que eso es normal durante el embarazo, pero es que es tan…… no sé, se la pasa tomando esos tragos baratos en cualquier parque de Normandía, eso me desilusiona, porque él debería buscar trabajo o algo así, pero se la pasa tomando, mejor dicha jartando con sus amigos. Él estudia derecho en la universidad libre, los padres también lo apoyaron y están muy contentos por mi embarazo, añoran un nieto.

Por eso mismo chamo no despierta, porque es un niño mimado de casa al que todo se lo dan, asimismo esta relajado y fresco porque sus papas le van a dar todo a nuestro bebe. La verdad yo no sé si las cosas con chamo vallan para algún lado, lo único cierto es lo más importante es mi hijo, aunque si chamo cambiara me gustaría tener un hogar, pero valernos dos por sí mismo y sacar nuestro hijo adelante, pero si la cosa no resultan igual yo lo voy hacer por los dos.

Se me olvidaba contarles de mi hermana Yamile, ella vive en Londres, está contenta, me apoyo en todo; pero ya no se van a poder cumplir los planes que ella tenía para mí en estas vacaciones de ir a visitarla y asimismo estudiar ingles allá.






Imágenes tomadas de:

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Por: Yuri Algeciras.









lunes, 12 de noviembre de 2007

En Colombia día a día incrementan las cifras de los desplazados


Estephania y su familia son unos más de los cientos de desplazados por el conflicto armado que llegan cada mes a Bogotà, con la ilusión de encontrarse con ese gobierno que da recompensas a los que delatan a grupos al margen; llámense paramilitares, guerrilleros, ahora agulias o preferiblemente AUC; ese mismo que intenta “hacer caer en la cuenta” a la gente para que de la mano a la población desplazada.

Pero llegar a la ciudad y encontrarse con que todo era mentira y que simplemente era una fachada, no ha sido nada fácil. Estephania Fonseca tiene 14 años y llego a Bogotà hace 2, acompañada de sus papas y 3 hermanos; Juan de 3, Michel de 5 y Jenny dos años mayor que ella.

El primer lugar que recuerda es la terminal; un lugar llenos de gente que los miraba de forma extraña y los hacia sentir culpables. Pero ¿culpables de qué? Se pregunta ella hoy, ¿de estar en el lugar equivocado a la hora equivocada?.Luego viene a su memoria los grandes edificios que nunca había visto y la ciudad de la que solo había escuchado por sus vecinos, quienes se reunían todas las noches a hablar del país y del horror con el que cada mañana de levantaban; de la inseguridad que les generaba el no saber si terminarían ese día “la ciudad era para mí una fantasía, el mundo en el que todo era posible, donde se llegaba a triunfar y la gente vivía feliz. Pero hoy solo creo solo es una celda de miedo y dolor” dice Estephania.

Recuerda la mañana en que debieron salir de Córdoba, dejándolo todo atrás y sin derecho a decir ninguna palabra. El mismo día en que vio como su hermana dejo de ser la niña alegre que cada mañana la despertaba para que jugaran a la profesora; y paso a ser la mujer de mirada fría y ausente que es ahora.“yo creo que ellos no solo le roban a uno la tierra y las cosas sino la vida”, comenta Estephania con lagrimas en los ojos y la mirada perdida.

La cuidad

El primer barrio que conoció en la “feliz” ciudad fue Altos de cazuca en Ciudad Bolívar; y dice que allí comenzó a poner los pies en la tierra. La gente les decía que buscaran la “protección” del Estado, que había ayuda para las familias desplazadas, que el presidente tenia un corazón grande. Y fue así como don José emprendió una búsqueda incesante del corazón grande. Pero primero, no existía atención a la salud tan gratis y tan fácil; y como ellos no tenían documentos que los respaldaran, entonces eran unos NN más en la inmensidad de la ciudad.

Para ingresar a un comedor les pedían una carta que certificara que sí eran desplazados, que “por que ahora todo el mundo se las quiere dar de desplazado”.

Así pasaban días y días de interminables caminadas y solicitudes; siempre pidiendo ayuda ya que ninguno de ellos sabía leer o escribir. El hambre comenzó a acosar, a Estephania le dio una infección estomacal y la señora del cuarto en donde se estaban quedando desde hace ya un mes les acosaba constantemente por el pago. Se dirigieron al puesto de salud improvisado que funcionaba en una casa cuatro cuadras más arriba de donde ellos vivían, esperando recibir atención medica; pero de nuevo recibieron un “no” por respuesta. Pasaron aproximadamente dos horas antes de que los atendieran y Estephania que sufría calambres en el estómago; no se sabe si de hambre, de la infección o de las dos; por fin fue recibida por una enfermera que la atendió bajo el argumento de “aquí de se hace lo que se puede”

Cuando don José se dio por vencido y se dio cuenta de que lo de la mano fuerte si se cumplía con ellos, empezó a ayudarle a un amigo a vender bolsas de basura. Recorría la ciudad cada día y en la noche cansado y con los zapatos ya casi rotos, llegaba a su casa y encontraba a sus hijos dormidos. Excepto Jenny que ya no permanecía en la casa “mi mamá dice que el sueño mantiene” cuenta Estephania. Una aguadepanela, a veces con pan al desayuno y algunas veces a la comida, y una sopa de harina de trigo revuelta con lo que hubiera, al almuerzo eran la comida de todos los días.

Como la plata “la tenían era los ricos” y ellos vivían en el norte había que irse para allá, pero no entre ellos, sino cerca; obviamente. Fue así como llegaron a Soratama, barrio en donde vive gente de escasos recursos, en su mayoría desplazados. Pero que finalmente cumplía con su objetivo: vivir en el norte.

Los vecinos y la escuela

“Los vecinos le insistieron a mi mamá que nos llevara a la escuela, que porque ya estabamos muy grandes para no estar estudiando. A mi me llamo mucho la atención, pero la que si puso el grito en el cielo fue mi hermana; a ella ya no le dan ganas de estudiar. Yo creo que ya no quiere ser profesora... y mis hermanos pues tuvieron que hacer caso por ser pequeños.” Cuenta Estephania. La escuela del barrio les abrió sus puertas y comenzaron a estudiar; y aunque don José era el único que trabajaba y con eso no les alcanzaba para mucho, siguieron adelante. Bueno, intentaron hacerlo. Muy cerca de su casa venden el almuerzo a $5000 pesos la mensualidad a muchos de los niños del sector. Pero don José muchas veces no ha tenido con que pagar la cuota. Aunque le preocupe tanto el estado de salud de sus hijos que se ven aveces pálidos y cansados.

La verdad

Mientras unas estadísticas muestran que el Estado ha atendido la desnutrición en Colombia, y sobre todo en la población infantil, otros estudios señalan que por cada año mueren en Colombia aproximadamente 200 niños, por desnutrición. El conflicto armado es un problema del país y afecta en gran medida a aquellos que algunos llaman “el futuro de éste” los niños. El problema del latifundismo ya llego a su limite dejando aprisionados a multitudes de colombianos en las pobreza y en las promesas. El conflicto y la desnutrición no solo matan el cuerpo, matan también el alma.

Imágenes tomadas de:

despnar.idsn.gov.co/images/desplazados_001.jpg
www.sanpablo.com.co/.../Imagenes/desplazados.jpg



Por: Catherine Peña