miércoles, 17 de octubre de 2007

EL REBUSQUE EN LAS CALLES

En Colombia crece cada día más el índice de desempleo. Fenómeno que ha llevado a que la gente opte por el trabajo informal.

Aproximadamente 1.500.000 personas se ocupan en actividades de economía informal, cifra equivalente a un 57% de la actividad económica total. Calculándose un 35% para el Sector Comercio, es decir 500.000 personas y un 7% para ventas ambulantes y estacionarias, correspondiente a 105.000 personas.



La calle 75, entre carreras 15 y 20; se ha visto invadida por vendedores ambulantes.
Allí, encontramos toda clase de objetos; desde dulces, cigarrillos, gafas, cursos de ingles, Formularios de la DIAN, hasta la famosa baba de caracol.

Entre héroes que nacen cada día como respuesta a la situación del país y la indiferencia del Estado, encontramos a Cristancho Valbuena.

Un hombre de 38 años, nacido en Villavicencio quien llego hace 9 años a la capital en busca de un mejor futuro para cumplir sus sueños y con lo único que se encontró según él, fue con una ciudad fría e indiferente en donde el Estado promete y promete pero no cumple nada para ayudar a los que cuentan con pocas oportunidades.

Cristancho se levanta cada mañana con el entusiasmo que amerita una dura jornada de once horas. En las cuales se expone a los constantes cambios climáticos de la ciudad, a la intimidación por parte de la policía y a los peligros de la calle. (Robo y riñas callejeras, entre otras).

Su puesto está ubicado al lado del edificio de la DIAN, en la calle 75 con carrera 16. Con un parasol, un plástico encima para protegerse de la lluvia, una pequeña vitrina roja y una butaca se prepara para iniciar su día laboral.

Una de las cosas que más le deja ganancia, según él es la venta de formularios. Y aunque la policía no le ha generado mayor problema si se lo han llevado una que otra vez a la UPJ, quitándole la mercancía.

Al final de un día de trabajo el resultado de sus ventas son entre diez mil y quince mil diarios, los cuales apenas si le alcanzan para sobrevivir; pero dice que prefiere ganarse ésta cantidad, que trabajar en construcciones donde se ganaría entre treinta mil y cuarenta mil pesos haciendo un trabajo mucho más pesado y exponiéndose al abuso de la autoridad de algunos; que como lo menciona él “se creen mejores que los demás”.

Trabaja de lunes a viernes en las ventas ambulantes, y los fines de semana se la rebusca por otro lado.

“yo se hacer muchas cosas, he trabajo en más de 36 actividades. He trabajado como operario de maquina pesada, conductor, mecánico, carpintero, en construcción, y hasta trabajé en Postobón hace muchos años. Así me ha tocado desde muy pequeño. Como no termine la primaria no he podido aspirar a algo mejor. Ese es mi rebusque”

“como los hijos son lo más importante en la vida, uno no puede darse el lujo de irse de paseo, porque un día de trabajo que pierda podría causar un día de hambre en mi casa”

“he conocido los lugares mas bajos de la ciudad, hospitales hacia el sur, la UPJ, distintas estaciones de policía y estuve 6 meses en la cárcel por que a mi no me gusta dejármela montar de nadie”

Cristancho vive con Jeimy su esposa y sus seis hijos; de los cuales cuatro están en primaria y los otros dos se quedan en la casa.
Él les ha enseñado desde que son pequeños a que las cosas se ganan trabajando y siendo honrados; dice que el día en que se encuentre a uno de sus hijos robando lo coge a juete, para que aprendan a respetar.

Cristancho sueña con montar un local propio en donde tenga mejores condiciones de trabajo, y lograr sacar a sus hijos adelante y que logren lo que él no pudo.

Es así como vivimos en una sociedad en donde a la gente le toca salir adelante por sus propios medios, aunque no estén legitimados por el Estado.

El rebusque en las calles es una opción más de vida, y desafortunadamente se ha convertido en una de las pocas alternativas que las personas tienen a su favor para poder sobrevivir; en un país donde la diferencia de clases hace cada día a los más ricos y a los pobres más pobres.





Por: yuri J. Algeciras
Diana M. Márquez
Catherine Peña C.

miércoles, 3 de octubre de 2007

EL TRATADO DE LIBRE COMERCIO BENEFICIARA A COLOMBIA

por: Diana Márquez

QUE SE BUSCA CON EL TLC
Con el TLC se busca mejorar el bienestar de los colombianos, ya que aumentando las exportaciones de productos y servicios de Colombia y logrando que los inversionistas tengan un ambiente de negocios más estable y seguro, será posible generar más y mejores empleos y un mayor crecimiento económico basado en el aumento del comercio y la inversión nacional e internacional. También es una gran oportunidad para que los industriales y empresarios de todos los sectores de la economía nacional, los profesionales y los trabajadores de Colombia ingresemos competitivamente con nuestros productos y servicios, a los mercados de los países firmantes del Tratado.

CUALES SON LOS EFECTO POSITIVOS DEL TLC
Como efectos positivos del TLC, Colombia tendrá un acceso sin aranceles a los Estados Unidos para casi el 100 por ciento de la oferta industrial colombiana exportable, no solo para la actual sino para la potencial que ha quedado con las puertas abiertas en ese mercado- lo cual debe no solo mantener el empleo actual en el sector sino generar nuevas plazas. El crecimiento del volumen de comercio internacional del país, tanto en exportaciones como en importaciones. Las importaciones lo harían en un 11.92 por ciento (vale la pena anotar que este crecimiento en las importaciones lejos de ser lesivo es benéfico para el país dadas las características de complementariedad económica entre las 2 naciones. Estas son en su mayoría bienes de capital e insumos necesarios no producidos nacionalmente. El acceso de las empresas colombianas a las compras del sector publico estadounidense. El fortalecimiento de los controles a la biopiratería, lo cual debe mejorar la protección de nuestra biodiversidad y demás conocimientos tradicionales. El acceso a capacitación, asistencia técnica y transferencia de tecnológica, en unos cuantos ámbitos, en el marco de los proyectos de cooperación internacional pactados en el TLC (esto debe hacer a las empresas beneficiadas mas competitivas y productivas). Facilitar en alguna medida el acceso de algunos de nuestros profesionales a los Estados unidos con el fin de prestar servicios.

A QUIEN Y QUE PRODUCTOS BENEFICIA EL TLC
El TLC beneficia a la Nación, a los empresarios y a los habitantes del país que lo realiza, porque permite abrir las fronteras comerciales, obtener una nueva fuente de recursos y abaratar los costos de los productos y servicios. El Tratado de Libre Comercio, beneficiará a todos los productos como:
Papa: No debe haber preocupación para los productores porque la papa es un producto que no se comercializa internacionalmente en su estado fresco. Además, Estados Unidos no subsidia la papa a sus agricultores, y tercero, hay grandes posibilidades de exportar papa industrializada, especialmente la papa criolla o amarilla.
Pollo: El beneficio: los avicultores se beneficiarán del maíz importado con cero aranceles, para la alimentación de los pollos.
Carne y Leche: En precios el país es altamente competitivo frente a los Estados Unidos. Inicialmente habrá la posibilidad de exportar una buena cantidad de queso pero para abrir totalmente el mercado estadounidense en carne y leche, aun que se necesita avanzar mucho en el tema sanitario, especialmente demostrar que se ha erradicado la aftosa.
Maíz: Colombia consume 3,5 millones de toneladas al año, apenas produce un millón de toneladas y el resto lo importa. Con el TLC se debe facilitar la importación de lo que no producimos y garantizar la compra de la cosecha nacional. Es importante mencionar que de los Estado Unidos se están importando cerca de 2 millones de toneladas y eso se seguirá importando.
Frutas: Alcohol, frutas, carburante y biodiesel se benefician totalmente del TLC. Si hoy Colombia tuviera para exportar de estos dos productos, nos lo comprarían todo.
Ya están produciendo las 5 primeras plantas productoras de alcohol carburante en el Valle, Cauca y Risaralda, se están dando los últimos pasos para empezar la planta de la Hoya del Río Suárez, de interés para Boyacá y Santander.
En cuanto a la panela, algo se ha mejorado el precio gracias al alcohol carburante pues en la medida en que se exporte más carburante, y el TLC nos abre las puertas, se podrá garantizarle a los paneleros que no los sigan arruinando.
Es importante mencionar que no todas las frutas se beneficiaran con el TLC, puesto que las frutas como las que Boyacá se produce manzana, ciruela, durazno, no se prevé que Colombia llegue a ser exportador hacia los Estados Unidos, por dos motivos. Primero porque allá se produce y segundo, lo compran en Chile.
Cebolla larga: No tiene problema, por el contrario, tiene todas las posibilidades de exportación.
Hortalizas: Es un producto ampliamente beneficiado con el TLC.
Artesanías: No se afectará el trabajo de los artesanos colombianos, como se cree erróneamente. Por el contrario, la artesanía quedará desgravada en los Estados Unidos y se facilita la exportación de artesanías colombianas. Además la pequeña empresa colombiana queda totalmente protegida en el TLC.
Acero: El TLC beneficia a los productores de acero. El sector metalmecánica se estimulará para exportar.
Carbón: Lo que le está sucediendo a Colombia con el carbón es una aventura, y el TLC nos beneficia ampliamente. Lo que hay que hacer es mejorar las carreteras de Boyacá al río Magdalena para abaratar los costos de la exportación de este mineral desde Boyacá. Hay una preocupación en cuanto a los insumos agrícolas, puesto que se pensaba que los precios iban a bajar.
Turismo: Se beneficia ampliamente. El TLC es inversión, el TLC obliga a mejorar la infraestructura, con el TLC no puede haber más disculpa para no hacer las dobles calzadas, para no mejorar la infraestructura.
El turismo cuenta con unas exenciones tributarias para la construcción de nuevos hoteles, la remodelación de los actuales y la promoción del ecoturismo.
Educación: No se afectará la calidad de la educación porque este tema no se toca en el TLC.
La soberanía de Colombia no se deja maltratar en el TLC, ni ellos van a intervenir en nuestra educación ni nosotros en la de ellos. Lo único que vamos a conseguir es acuerdos para certificar en Colombia profesionales de allá, y en Estados Unidos, profesionales colombianos.
Productos de arcilla: En el caso de los productos de arcilla como los ladrillos, las tejas, en TLC no los afecta en nada. Al contrario, Estados Unidos está importando elementos para la construcción desde Colombia.
Porcicultura: En este producto hay un alivio y hay un riesgo. El alivio: es la reducción que se presentará en el precio del maíz pues ingresará de Estados Unidos con cero arancel.
El riesgo: la desgravación para la importación de todos los productos puede ser a los cinco años.
Según el Presidente Álvaro Uribe Vélez, esta es la forma como todos los productos se beneficiarían con la firma del Tratado de Libre Comercio con los Estados unidos. por lo anterior, todos los productos serían beneficiados con la firma de este tratado, aunque hay algunos productos que dependen de la calidad con que se hagan, como la carne y la leche siempre y cuando se superen los problemas de aftosa; las hortalizas; los frutales; el café; la caña de azúcar.
En cuanto al sector laboral, también se beneficiará puesto que Colombia tiene que cumplir con todas las disposiciones laborales, prestacionales y de seguridad social para poder exportar. Todos los países que firmen un tratado, tienen que respetar los derechos de los trabajadores.

QUE BENEFICIOS LE PUEDE TRAER A COLOMBIA EL TLC
Son multiples los beneficios que este Tratado le puede traer a Colombia, los cuales no solo tinene que ver con aspectos de tipo comrcial sino con implicaciones positivas en la economía. Un estufio realizado por Planeación Nacional en Colombia, el país debe esperar del TLC un incremento adicional en la economía del 1,35 % del Produvto interno bruto (PIB) y la creación de 183 mil empleos más. Entre los aspecctos positivos cabe mencionar:
un aumento en la tasa de crecimiento económico, en el nivel de ingreso percápita y en el nivel de bienestar de l a población.
expanxión significativa de las exportaciones y en particular de las no tradicionales.
aumento en la competitividad de las empresas Colombianas, puesto que se puede disponer de materias primas y de bienes de capital a menor pecio.
la creación de nuevos empleos por el incremento de la competitividad.
aumentos en la productividad gracias a la liberación de servicios.
nivelaciones de las condiciones de competencia frente a otros países.
modernización de las enidades vinculadas al comercio exterior, disminución de los costos de transacción.
mejor preparación del país, en el ámbito institucional como el productivo.
Con la firma del TLC, los Más beneficiados serián los consumidores, por que disponene de una mayor variedad de productos y servicios para la satisfacció de sus necesidades; los cuales los podrán conseguir a mejores preicios. Tenienddo asi una mayor capacidad de compra y por tanto de ahorro y beneficios futuros.













Científicos colombianos aprovechan un residuo


Por. Catherine Peña.

¿Quién no ha disfrutado de la comida marina? ¿Quién no ha probado un cóctel de langostinos, un arroz con mariscos o una casuela de pulpa de cangrejo? Pues el cangrejo, la langosta y el camarón no sólo pueden constituirse en exquisiteces culina­rias, si no que tienen también otros usos. Jóvenes científicos terminando su carrera de ingeniería química en la Universidad Nacional de Colombia nos muestran la posibilidad de aprovechar los caparazones de crustáceos considerados por la industria camaronera como residuos, para generar un producto de alto valor agregado de aplicación agrícola: un preservante floral, denominado por ellos como florever, y así, crear empresa, en un país en donde las oportunidades de trabajo cada día escasean más y es necesario fortalecer el sector productivo de nuestra economía, que se ha dedicado a prestar servicios y ha exportar nuestras materias primas, según dice Rafael Clavijo, uno de los creadores del preservante floral con base en quitosán, compuesto sólido derivado de la quitina, la cual a su vez se encuentra en el esqueleto externo de los crustáceos.
La producción mundial de crustáceos (cangrejo, camarón, langosta, etc.) se ha incrementado enormemente en los últimos años. En general, solamente una pequeña porción, 20 a 30 %, del peso vivo de estas especies de crustáceos se utiliza para alimentación humana; el resto vísceras y exoesqueleto se consideran como desechos. Se estima que solamente la cantidad de quitina de crustáceos presente en el medio marino asciende a 1 560 millones de toneladas, este gran volumen, unido a su lenta capacidad de degradación, ha estimulado una gran actividad investigativa centrada en la determinación de los posibles usos de esta sustancia con una doble finalidad; por un lado la búsqueda de una explotación económica beneficiosa y por otro la eliminación del problema medioambiental.

Según cuenta el ingeniero Clavijo, con este producto se puede mejorar la calidad de las flores y prolongar su tiempo de duración después de cortadas, hasta en un 85%, al tiempo que se da un valor agregado a la industria procesadora de crustáceos y se evitan los problemas de contaminación ambiental ocasionados por la industria pesquera al arrojar al mar como residuo los exoesqueletos.


El estado de la industria de las flores
y la importancia de florever para el sector.

La industria de las flores es de gran importancia en la economía de Colombia, teniendo en la cuenta que es uno de los principales productos de exportación, por lo que se hace interesante el desarrollo de un preservante con base en quitosán, que aumenta la vida de la flor cortada.
En los últimos años, la actividad comercial de las flores se ha incrementado, en promedio en un 5% anual. Desde el punto de vista del Comercio Exterior, puede decirse que la tendencia de la exportaciones desde 1996 a 2001 ha sido creciente, alcanzando un punto máximo para 2001 con USD 610.3 millones para ese año.

En el ámbito internacional, la demanda de flores se caracteriza por una alta concentración de producto y de origen. Las rosas son el producto más apetecido. Según Asocolflores, el 98% de la producción de flores de Colombia se exporta siendo el primer proveedor de flores de Estados Unidos con una participación del 60% del mercado total, y es el cuarto proveedor de la UE con una participación de 4% sobre el volumen total importado, siendo Reino Unido y Holanda los principales mercados. También somos el segundo proveedor del Reino Unido con una participación de 10% y el tercer proveedor de Alemania con una participación del 2% sobre el volumen total importado, según dice el ministerio de comercio exterior de Colombia[1].

En efecto, en tan sólo 35 años de actividad, el sector logró convertirse en el ámbito internacional en el segundo exportador mundial de flores frescas cortadas con una participación de 14% en el comercio total, después de Holanda, que cuenta con una participación del (56%)[2].

En Colombia existen cerca de 350 empresas dedicadas al negocio de las flores, ocupando unas 10000 hectáreas generando cerca de 200.000 empleos directos e indirectos, ocupando aproximadamente 4500 profesionales entre los cuales se cuentan: agrónomos, agrólogos, administradores de empresas, agropecuarios, abogados, médicos, enfermeras, ingenieros agrícolas, civiles, mecánicos, químicos, industriales, alimentos y de sistemas, etc.

Dada la importancia de este sector en Colombia, se requieran estrategias tecnológicas para llevar al consumidor final flores con un alto nivel de calidad tanto fitosanitario como de apariencia del producto, razón por la cual el ingeniero Clavijo junto con su compañero Juan Carlos Pinilla (co-creador del producto) sugieren a florever como la formulación capaz de dar el valor agregado al producto de industria de las flores colombianas, que se enfrentan cada día más con flores de distintas procedencias en las cuales se destacan la flores ecuatorianas, holandesas y chinas.


El quitosán,
componente activo de florever.

El quitosán, componente principal de florever es un derivado de la quitina que se presenta naturalmente en las paredes de algunos hongos[3]. Según el ingeniero Clavijo, en la industria el quitosán se obtiene por desacetilación parcial de la quitina, ya sea por métodos químicos o enzimáticos, que como se dijo anteriormente se obtiene principalmente de los exoesqueletos de crustáceos. El quitosán y sus derivados tienen en la actualidad, un alto valor agregado y numerosas aplicaciones en distintos sectores, principalmente en medicina, farmacia, agricultura, alimentos, tratamiento de aguas y efluentes, cosmética y medio ambiente, según cuenta Clavijo.

La quitina en su estado natural se asocia firmemente a proteínas, lípidos, pigmentos y a depósitos de calcio, por lo que es necesario purificarla antes de darle cualquier uso comercial.

Clavijo continúa: “Al retirar los elementos inorgánicos y las proteínas de los crustáceos, a través de dos reacciones químicas, nos quedamos con la quitina, la cual transformamos por medió de otra reacción química en quitosano”.


Bio-Tecno

Teniendo como producto bandera a florever y aprovechando las múltiples aplicaciones del quitosán nace Bio-Tecno, empresa constituida por los investigadores e Ingenieros creadores de florever, quienes se han interesado en el mercado no explotado del quitosán, generando productos biotecnológicos con base en esta sustancia y generando la necesidad de consumo de sus productos entre sus posibles clientes.


-Catherine Peña ¿Cómo nace Bio Tecno?

-Rafael Clavijo.
La empresa nació como resultado a exitosas aplicaciones del quitosán en la industria floricultora en el desarrollo de un proyecto de grado, en el año 2006 y ha venido dándose a conocer con el paso del tiempo entre los floricultores de la sabana bogotana, entre empresas similares en Chile y China y entre la comunidad científica.

-C.P Hablando un poco de la producción de quitosán, componente principal del producto bandera de la empresa; ¿cuál, entre la variedad de crustáceos existente, ha sido la materia prima utilizada por ustedes para su obtención?

-R.C. Las fuentes comerciales potenciales de quitina de la cual se obtiene el quitosán, son los caparazones de jaiba, camarón, langosta, almejas, ostras y calamar, aunque es importante señalar a la industria de la fermentación basada en hongos como otra fuente de quitina; Colombia es un país limitado por dos océanos, con una producción representativa de crustáceos tales como camarones, cangrejos, langostas entre otras, de los cuales actualmente se aprovecha solo su carne. La producción nacional de camarón se estimó para el año 2006 en más de 20.000 toneladas, lo que hace de los residuos de esta industria la fuente de quitina más promisoria del país, debido a los bajos niveles de producción de hongos y otro tipos de crustáceos considerados casi inexistentes por el INCODER (Instituto colombiano para el desarrollo rural).

-C.P La marca que ustedes lanzarán al mercado se llama Florever, cuéntenos un poco en que consiste este producto y cual es su función principal

-R.C. florever es el nombre que se le ha dado al producto desarrollado en base a quitosán y que tiene como objetivo mejorar la apariencia y la longevidad de la flor cortada. En el mercado se dispondrá en dos presentaciones, en polvo y en solución. El primero esta destinado para aplicar en la etapa de florero, debe disolverse en el agua en la que se pondrá finalmente la flor y esta dirigido al consumidor final de la misma, y el segundo debe aplicarse en el proceso de poscosecha de hidratación llevado a cabo por los floricultores, las cuales pueden aplicarse en conjunto o individualmente.

-C.P ¿Cuál es el tratamiento que se les debe dar a las flores en Colombia, para que se mantengan en perfecto estado hasta llegar al consumidor final?

-R.C. La Calidad de agua y el alimento que se le de a la flor son la clave de cualquier tratamiento y deben ser el punto de partida. Todas las flores necesitan de un tiempo mínimo de hidratación, el cual es uno de los procesos de poscosecha realizado por los floricultores, en donde se debe alimentar e hidratar adecuadamente la flor.

-C.P ¿Para cuando se tiene planeado lanzar el producto al mercado?

-R.C. Es algo atrevido intentar dar una fecha, por ahora continuaremos con la repartición gratuita de la muestra a los floricultores y la verificación de su efectividad.

-C.P. ¿Cuáles componentes además del quitosano hacen parte de Florever?

-R.C. Entenderás que revelar esta información no es de ninguna forma adecuado para los intereses de nuestra joven empresa, pero te puedo decir que además de quitosán la formulación esta compuesta con sacarosa como aditivo para mejorar el color de la flor y ácido cítrico como vehículo de dilución.

-C.P. ¿Qué otras aplicaciones esperan dar al quitosán?

-R.C. El quitosán tiene múltiples aplicaciones de las cuales esperamos aprovechar sus propiedades fungicidas y nematicidas al generar el producto que llamaremos quitoagro y sus propiedades floculantes con el producto quitofloc, de los cuales ya se esta a punto de demostrar su eficacia y no demorarán en salir al mercado. Quizás más adelante incursionaremos en el campo médico y dietario.

-C.P. ¿Por qué orientar uno de sus productos hacia el mercado de las flores?

-R.C Es una oportunidad de negocio en la cual se pretende dar un valor agregado a una de las industrias más grandes del país.


Empresas como Bio Tecno, son una muestra de que a pesar de lo difícil que resulta crear empresa en un país como Colombia, aún se puede.







[1] Perfil de la cadena de la floricultura, Ministerio de comercio Exterior Colombia.
[2] ASOCOLFLORES. - Asociación Colombiana de Exportadores de Flores.
[3] Susana Vílchez Maldonado. Nuevo tratamiento de lana con enzimas.

Las vueltas que da la vida

Crónicas de Barrios Bogotanos

Cada persona tiene un destino marcado, del cual es imposible de escapar o tratarlo de cambiar. Así de simple es como los seres humanos estamos sujetos a vivir la vida. Nadie decide como vivirla, simplemente tiene que vivirla. Yo, Guillermo Gómez, de 27 años, me pongo en las noches a recordar lo que era mi vida hace unos años, aquellos años en los que yo era niño y disfrutaba de mi infancia. Yo viví en Normandía (segundo sector), un barrio de la ciudad de Bogotá, ubicado en la calle 53 con Boyacá. Vivía en una casa esquinera, grande, cómoda y muy bonita. Mi familia estaba conformada por mis dos hermanas menores, Diana y Lorena, consentidas y juguetonas. Pasábamos tanto tiempo juntos, íbamos al parque, corríamos, jugábamos baloncesto y cuando mi papá estaba en la casa, y nos daba plata, nos íbamos a comer helado.
Nora, mi madre, se dedicaba a los quehaceres de la casa, y en sus tiempos libres solía tomar clases de cerámica. Carlos, mi padre, es un gran abogado, ellos siempre nos complacían en todo lo que se nos antojara. Mejor dicho, a mí y a mis hermanos nunca nos faltó nada. "Cómo desearía volver a vivir esos momentos". Evidentemente con el tiempo crecimos los tres y dejamos de ser tan unidos como éramos antes, pues cuando llega la adolescencia uno quiere vivir cosas nuevas. Y cuando el tiempo pasa y pasa, pues uno crece y crece. A mis 18 años empecé a interesarme a tener novio, por ir a fiestas y por hacer cualquier cosa que me divirtiera con mis amigos. Dejé de interesarme por mis hermanas y empecé a vivir mi vida, mi mundo.
Mis amigos y yo, que estudiábamos en un colegio que quedaba en Villaluz que se llama "Gimnasio los Monjes", empezamos a capar clase, nos íbamos a tomar por ahí en cualquier parque. Nos creíamos lo mejor, los mas machos por quebrantar las normas del colegio y hasta las de la casa. En este momento empezaron los problemas para mí, pues en mi casa mis papás empezaron con el cuento que si no cambiaba mi manera de ser me fuera de la casa. Me decían ¿qué le pasa? ¿por qué se está volviendo tan rebelde? , usted no era así. Pero la verdad es que yo no les prestaba atención. No les contestaba nada. Me quedaba callada y esperaba que se le quitara el mal genio para después irme a la calle. Un año después me gradué, con mis cuatro amigos del alma, Jonathan, Germán, David y Andrés. Con ellos contaba para las que fuera, por eso éramos tan parceros y además vivíamos cerca todos. Después mis papás me preguntaron qué quería estudiar y en cuál universidad. Yo les dije que me dieran tiempo, porque no estaba seguro y que lo mejor era esperar un tiempo para no equivocarme de carrera.
La calle
La calle se fue convirtiendo en mi vicio. Siempre quería salir e ir a tomar licor con mis amigos, o hacer lo que fuera con tal de no estar en mi casa viendo televisión y haciendo nada. Mi mamá y mi papá seguían con lo mismo: que cambiara, que primero estaba el estudio, y que había tiempo para todo. Me daban y me daban consejos. Pero yo decía: eso solo son ganas de molestar, yo soy joven, es normal que yo sea así. Además que tiene de malo que salga a divertirme.

Así continuaron las cosas y cada vez el trago, la rumba, el cigarro y mis amigos se fueron convirtiendo en lo más importante para mí. Me volví tan cerrado con mis cosas, que mis hermanas trataban de hablarme para decirme que hiciéramos algo los tres, yo les respondía con un insulto, les decía qué les pasa, culicagadas, yo ya no soy un niño, tengo 20 años, ustedes hasta hora 16 años, que voleta andar con ustedes ¡ maduren!
Lo inesperado
Cansado de hacer lo mismo y de sentirme siempre igual, tomando, fumando cigarrillo y consiguiendo " viejas" para pasarla bien, la verdad nunca me tomé una novia en serio, tenía a mis amiguitas solo para las rumbas. Entre rumba y rumba se me presentó la oportunidad de hacer algo diferente, de salir de la rutina del trago y el cigarro, mi amigo Andrés me dijo que el había comprado marihuana porque tenía ganas de probarla, y pues por qué no hacerlo, si decían que eso lo transporta a uno a otro mundo. A pesar de que siempre fuimos re rumberos ninguno de los cuatro nos habíamos metido con esas cosas. En ese sentido siempre fuimos sanos.
Andrés me convenció y los dos fuimos al parque " El Oasis", a dárnoslas de los duros. Esa noche fume marihuana con Andrés, porque David, Germán y Jonathan, no quisieron. Dijeron: yo no le jalo a eso, porque uno nunca sabe. Yo les dije burlándome: dejen de ser tan gallinas, que no pasa nada, solo es para saber qué se siente. La marihuana me pareció lo máximo, me sentía re bien fumando, se me volvió casi una rutina, pero en cambio Andrés no le pareció nada del otro mundo y no lo volvió a hacer. Como a mis amigos no les gustaba lo que yo estaba haciendo, decidí alejarme de ellos, empecé a involucrarme en un mundo donde yo era lo único que importaba. Al principio lograba controlar el fumar, pero desafortunadamente se me convirtió en un vicio incontrolable el cual me fue consumiendo la mente y el cuerpo.
Más Drogas
Con el pasar del tiempo, ya no era suficiente la marihuana. Deseaba algo más fuerte, algo que me hiciera un mayor efecto, que me transportara más a mi mundo. Como me la pasaba en los parques de Normandía metiendo solo, conocí mucha gente que hacía lo mismo, la cual me vendía la droga, por ahí yo hablaba con ellos, pero lo más importante era tener con que trabarme. Mi familia se enteró de lo que yo andaba haciendo porque algunos vecinos les contaron que yo me la pasaba en los parques con una gente toda rara. Mi mamá lloró, mi papá, me dio consejos y mis hermanas me abrazaban, diciendo que no siguiera con esos pasos porque terminaría mal.
Las primeras veces les pedí perdón les dije que iba a cambiar; pero no, no pude controlar tales vicios como el perico y la marihuana. Cuando mis padres se dieron cuenta de lo metido que estaba en ese mundo, que no cumplía mis promesas, decidieron internarme en un centro de rehabilitación. Mi ansiedad por las drogas se calmó, duré como un año internado. Me había recuperado y mi familia estaba esperándome feliz en casa, con mis cuatro amigos del alma, de los que me aleje durante tanto tiempo.
Por un año estuve bien, o eso trataba de aparentar, porque la verdad es que cuando estaba solo en las noches sentía ansiedad de meter, de trabarme. Así que nuevamente caí en ese mundo.
Volví a los parques a meter drogas, me degeneré totalmente, pues yo no me importaba mi apariencia. Cuando iba a mi casa ya no me abrían la puerta, yo gritaba, hacía escándalo, mi familia se canso de todas mis promesas en vano, supuestamente por no verme más así decidieron que lo mejor era que yo solo reflexionara, e hiciera algo.
Perder a la familia
Mi familia me dijo que se avergonzada de mí, que ya era todo un gamín y degenerado, que ya no contara con ellos, porque se habían cansado de darme oportunidades. Que si eso era lo que yo quería de mi vida, que les dolía, pero que no podían hacer nada más por mí. Así que me echaron de la casa. Yo me fui, arrendé una pieza en San Ignacio con una plata que ellos me dieron: un barrio más o menos cerca de Normandía; durante un año no volví a la casa, no los busqué, quise dejar las drogas, lo intenté, estaba dispuesto hacer todo lo posible por recuperar a mi familia y encontrar una nueva oportunidad para mi vida.
Tomé la decisión de buscarlos. Tenía miedo de hacerlo, pero finalmente lo hice. Fui a mi casa, cuando timbré salió una señora que yo no conocía y le dije que si por favor llamaba a Nora, mi mamá. La señora me contestó que ellos le habían vendido la casa a ella hace seis meses. Yo no lo podía creer, se fueron sin dejarme una razón o una dirección para buscarlos, Tampoco hasta el día de hoy, a mis 27 años, se han interesado por saber que paso conmigo.
Toco vivir así
Después de ese domingo que fui a buscar a mi familia. Perdí las fuerzas de recuperar mi vida y de dejar las drogas. Después de todo, ya no tengo una casa, ni una familia que se preocupe por mí. Mi único refugio son las drogas, lo único que hago es rebuscar la manera de conseguir para mi vicio. Duermo casi siempre debajo del puente de la calle 53 con Boyacá, pido limosna y hago cosas en la calle para poder vivir. Como dicen por ahí soy un indigente que anda de lado a lado. A veces vengo a Normandía, paso por el frente de la que era mi casa, en la que viví una infancia feliz con mis dos hermanas y mis padres. Pero sé que sólo son recuerdos, que no volverán, no planee vivir así; pero por circunstancias de la vida terminé viviendo algo que nunca me imaginé.
¡Ah! Se me olvidaba contar que el otro día vi a Andrés por la Avenida Boyacá. Lo saludé, a él le costó reconocerme, obviamente por mi apariencia. El me saludó y dijo " hablamos después, voy de afán".


Por: Yuri Algeciras